Enamorarse

Qué pasa cuando te enamorás a primera vista

El amor a primera vista existe y, según los científicos, enamorarnos nos lleva una quinta parte de lo que dura un segundo. En esta nota, develamos cuánto hay de orgánico en todo esto.

Desde que me dispuse a investigar y recoger testimonios para enriquecer esta nota, no hubo ni una persona que no sonriera al esbozarle el tema y, además, que no estuviese dispuesta a brindarme su experiencia vivida. Porque convengamos en algo: ¿quién no se ha enamorado alguna vez a primera vista?

pareja“Taquicardia, mucha taquicardia, y sólo un pensamiento ¿Cómo hago para volver a verlo?”.

También Laura me contaba en sintonía: “nuestro flechazo fue vía chat… Nos pasábamos horas hablando: me enamoré de su forma de ser, de su personalidad imponente. Sin dudas que fue amor a primera vista, aunque el impacto no fue visual sino más bien fue espiritual”.

Despejemos pasiones y veamos cuánto hay de orgánico en este asunto.

¿Ciencia y amor?

Relacionar el amor con la ciencia es una tarea difícil, ya que el amor es un sentimiento (podríamos pensar) que no responde a los parámetros científicos: no se puede predecir cuando, ni cómo, uno se enamora.

Sin embargo, según una investigación, publicada en “Journal of Sexual Medicine”, liderada por la profesora Stephanie Ortigue de la Universidad de Siracusa (en Nueva York): “Cuando una persona se enamora, doce áreas del cerebro trabajan conjuntamente para liberar los productos químicos que inducen a la euforia; como la dopamina, la oxitocina y la adrenalina”.

Para Miguel Palmieri, médico especialista en sexología clínica, “estar enamorado es la experiencia más memorable y excitante de la vida. Estar fascinado: esa es la palabra que mejor representa el estado en el que nos encontramos en esos momentos; la fascinación es una especie de estado hipnótico, que nos transporta y nos inmoviliza en ciertos momentos de nuestra vida”.

Para no confundirnos, es importante diferenciar entre “enamoramiento” y “deseo sexual”.

column-pic-communityExiste la discusión sobre si es lo mismo una cosa que otra, o si son fases (diferentes etapas) de un proceso. ¿Es uno consecuencia del otro o son pasos del estado de enamoramiento?

Las últimas investigaciones establecen que el deseo sexual es un elemento muy relacionado con el apetito, como cuando tenemos hambre.

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